La resaca es ese estado de displacer inmenso que sentimos
luego de una noche en la que bebimos más de lo que debíamos. Los síntomas que vienen
incluidos son variados y entre ellos se incluyen: dolor de cabeza, nauseas,
vómitos, mareos, fotosensibilidad, sed, pero con la particularidad que el alcohol
en sangre es cero. Quizá en este estado a algún iluminado se le ocurra que una
solución sería salir a pasear con el auto, tomar aire fresco y despejar la
cabeza. Malas noticias, manejar con resaca es peligroso.
Diversas investigaciones a lo largo del mundo nos cuentan
que los días lunes aumentan tanto los accidentes viales como los laborales.
¿Podrían estos deberse a la resaca después de un fin de semana agitado? O
simplemente será que el hecho de descansar el fin de semana nos convierte en
seres menos cuidadosos, torpes, propensos a accidentarnos.
Con esta información, en nuestro laboratorio decidimos
probar si realmente existe una pérdida de la coordinación motora el día después
de una noche etílica. Para comprobarlo lo hicimos, como no podía ser de otra
manera, con ratones (ratones blanquitos, de laboratorio, con bigotes largos y
ojos rojos). Les inyectamos alcohol y, cuando ya estaban en resaca, les hicimos
hacer un par de pruebas.
Las pruebas, lejos de lo que la mayoría piensa que sucede en
un laboratorio, son bastante simples. Tanto que cualquiera en su casa puede
ingeniárselas para hacerlo (siempre y cuando tenga los ratones, claramente).
Una de las que más utilizamos se llama “cuerda tirante”, así como su nombre lo
indica consta de una cuerda que esta tirante entre dos soportes, situada a
una determinada distancia del suelo. Cuando comienza la prueba, se coloca al ratón
en la cuerda y se cronometra cuánto tarda en llegar al otro lado, o en caerse. Así,
con un par de ratones, una cuerda y un reloj podemos evaluar si un ratón
coordina más o menos, según si se cae rápido o cuánto tarda en completar su
camino.
Los resultados que vimos fueron claros: la resaca disminuye
la coordinación motora. ¿Qué significa eso?
Que nos cuesta más hacer tareas complejas, si queremos cortar un circulo
con tijera, se va a parecer más a un cuadrado probablemente. Si queremos comer
chicle y atarnos los cordones, seguramente terminemos con el chicle
atragantado. Si queremos manejar, coordinar los pedales, el volante y los
cambios se nos va a complicar. Volviendo a los ratones, todos los que estaban
con resaca se desempeñaron mal en las tareas, y lo más notorio de todo fue que
este problema se extendió durante aproximadamente 12 horas luego de haber comenzado
la resaca. Si sacamos la calculadora y sabemos que la resaca empieza cuando no
hay mas alcohol en la sangre, eso son 6 hs después del último trago, y el
déficit en la coordinación dura 12 horas después del comienzo de la resaca, eso
nos da un total de 18hs. Entonces si nuestro último trago fue a las 6AM,
estaríamos con resaca (e incapacitados para manejar y/o realizar cualquier tarea que requiera coordinación) por lo menos hasta las 24hs de ese día.
Con estos resultados podemos concluir que otro punto que
debemos tener en cuenta el día después de una noche de alcohol es que la resaca
disminuye la coordinación y aumenta el riesgo de accidentes. Sabiendo esto, la
famosa frase “si bebió alcohol no conduzca” deberíamos convertirla en “si tomo
alcohol no conduzca por 24hs”.
Fuente: http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0166432813001782
Fuente: http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0166432813001782
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